Acceso directo
Descripción
Capela da Madalena
La Capela da Madalena, situada en Betanzos, A Coruña, es un claro ejemplo del patrimonio religioso gallego. Con una historia que se remonta al siglo XVI, esta pequeña capilla se encuentra en el Camino Inglés, una de las rutas más emblemáticas del Camino de Santiago que atraviesa la región.
Historia y origen
Originalmente, la capilla pertenecía a un antiguo hospital dedicado a San Lázaro, cuyo propósito era acoger a enfermos de lepra. A lo largo de los siglos, este lugar de culto ha mantenido su espíritu de acogida y sanación, aunque hoy en día se ha convertido en un símbolo religioso y cultural de la zona.
Arquitectura
La capilla, de planta rectangular y modestas dimensiones, presenta un interior sobrio que resalta por su simplicidad. En su fachada principal, la decoración se concentra en un eje vertical que comienza con una puerta adintelada, sigue con un rosetón y culmina con una sencilla espadaña de un solo cuerpo que se eleva sobre la cornisa. Esta estructura, construida en el siglo XVIII, refleja el estilo sobrio y funcional propio de la época.
Accesibilidad
Para quienes deseen visitar este rincón de la historia religiosa de Betanzos, el acceso es sencillo. Desde el centro de la ciudad, se puede llegar a la capilla tomando la Avenida da Coruña. Al pasar por la zona escolar, se encuentra este pequeño pero significativo edificio, que se alza como un testimonio del paso del tiempo y la devoción.
Patrimonio del Camino de Santiago
Como parte del Camino Inglés, la Capela da Madalena se integra en la tradición jacobea de la región, siendo un lugar de paso para los peregrinos que recorren este antiguo trayecto hacia Santiago de Compostela. Su presencia no solo enriquece el paisaje histórico de Betanzos, sino que también ofrece a los caminantes un momento de reflexión y espiritualidad en su trayecto.
En resumen, la Capela da Madalena es un tesoro escondido de la ciudad de Betanzos, una joya del patrimonio religioso gallego que, con su modesta belleza y profunda historia, continúa siendo un lugar de veneración y un punto de interés para el turismo cultural y religioso de la región.