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Descripción
Vila de Portomarín
Portomarín, en la provincia de Lugo, es un lugar donde la historia y la naturaleza se entrelazan de manera única. Situado en un paraje privilegiado a orillas del río Miño, su Conjunto histórico fue declarado como tal el 8 de febrero de 1946, un reconocimiento que engloba su enorme valor cultural y arquitectónico. Sin embargo, lo que hace especial a esta villa es su capacidad de renovarse, de adaptarse, y, al mismo tiempo, de conservar el legado de su pasado.
Portomarín, el viejo y el nuevo
En la actualidad, Portomarín se encuentra en una ubicación distinta a la que ocupaba antaño. A mediados del siglo XX, la construcción del embalse de Belesar sumergió la antigua villa, haciendo que muchos de sus edificios y monumentos quedaran bajo las aguas. El nuevo Portomarín se levantó en las tierras altas del monte de O Cristo, en la margen derecha del río, pero con un detalle que lo convierte en un lugar aún más fascinante: el patrimonio monumental que caracterizaba al antiguo pueblo fue trasladado piedra por piedra a su nueva ubicación.
Un legado de piedra y fe
Uno de los grandes tesoros de Portomarín es la Igrexa de San Juan, hoy conocida como la Iglesia de San Nicolás. Este robusto templo, que combina elementos de fortaleza y de iglesia, forma parte de la historia de la orden de Santiago. Su arquitectura se destaca por la torre almenada y el rosetón de la fachada, además de la rica decoración de las puertas, donde se pueden observar motivos naturales y figuras antropomórficas. La iglesia es un ejemplo claro de la importancia religiosa y defensiva de la villa, que se encontraba en el Camino de Santiago, uno de los principales itinerarios jacobeos.
Un paso por la historia
El Puente romano de Portomarín es otro de los elementos que se debe destacar. Aunque hoy en día se encuentra en ruinas, su origen se remonta al siglo II y se cree que fue un importante punto de paso a lo largo del tiempo. Este puente contribuyó al florecimiento del enclave, permitiendo el tránsito de viajeros y mercaderes, y siendo testigo de la evolución del pueblo a través de los siglos.
La importancia del Camino de Santiago
Portomarín es uno de los puntos clave del Camino Francés. Los peregrinos que recorren esta ruta, conocida mundialmente por su relevancia espiritual y cultural, tienen en Portomarín un lugar de descanso y reflexión. La villa, con su mezcla de historia, arquitectura y naturaleza, ofrece a los visitantes un respiro en su camino hacia Santiago de Compostela, permitiendo que experimenten la fusión entre el pasado medieval y el presente.
En definitiva, Portomarín no solo es un destino turístico, sino también un ejemplo de cómo el patrimonio cultural puede sobrevivir y mantenerse vivo, a pesar de las adversidades, gracias al trabajo de conservación y el respeto por las tradiciones. Visitar Portomarín es caminar a través de la historia, un lugar donde el pasado y el presente se encuentran en cada rincón, en cada piedra trasladada y en cada monumento restaurado.