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Descripción
Antiga Fábrica Gres Cucurny ou Gres Burela
En el municipio de Burela, en la costa de Lugo, se encuentra un lugar con gran valor histórico e industrial: los restos de la antigua fábrica de gres Cucurny, también conocida más tarde como Gres Burela. Este complejo, situado en la calle Leandro Cucurny, fue un referente en la producción de materiales cerámicos, especialmente en el procesamiento de arcilla, caolín y feldespato, recursos naturales abundantes en la zona.
El origen de la fábrica
La historia de esta instalación comienza a principios del siglo XX. En 1901, se constituye una sociedad con el objetivo de reactivar la actividad de Sargadelos, un nombre reconocido en el sector cerámico gallego, pero esta vez con la localización en Burela. La nueva fábrica se dedicaba inicialmente a la fabricación de ladrillos, lo que marcaba el inicio de una etapa de desarrollo industrial en la región.
La familia Cucurny y la expansión de la fábrica
En 1908, la propiedad de la fábrica pasó a manos de la familia Cucurny, que dio un giro a la producción. Comenzaron a fabricar mosaicos de gres, un material más sofisticado y de mayor demanda en la construcción de la época. Durante las décadas siguientes, el complejo cambió de propietarios y denominaciones, pero fue en 1972 cuando se consolidó como Gres Burela, una marca que perduraría durante muchos años en la región.
Los restos de la antigua fábrica
Hoy en día, los vestigios de la fábrica se conservan parcialmente. De las cuatro naves originales, solo quedan restos de dos, pero lo que sigue destacando es la imponente chimenea de 37 metros de altura. Esta chimenea, que se erguía como un faro en la zona, fue un elemento distintivo del paisaje industrial de Burela. Tras ser derribada en 1962, la chimenea dejó de ser el punto de referencia visual de la fábrica, pero aún hoy se recuerda su importancia como señal de identidad para la comunidad.
Un patrimonio industrial en el corazón de Burela
Los restos de la antigua fábrica de gres, ahora parte del patrimonio cultural de Burela, ofrecen una visión única de la historia industrial de Galicia. Para los amantes del turismo industrial y de la historia local, este lugar es una parada obligada. Además, su ubicación en la costa de Lugo permite disfrutar de las hermosas vistas del mar Cantábrico, lo que convierte a esta área en un atractivo tanto histórico como natural.