Acceso directo
Descripción
Fervenza de Castriz
En el corazón de la provincia de A Coruña, en el municipio de Santa Comba, se encuentra uno de los rincones naturales más fascinantes de Galicia: la Fervenza de Castriz. Este salto de agua, escondido entre un entorno natural de gran belleza, invita a los viajeros a disfrutar de la tranquilidad de sus paisajes y la majestuosidad de la naturaleza gallega.
Ubicación y acceso
Para llegar hasta la fervenza, se parte de Santa Comba, tomando la carretera DP-2904 en dirección al lugar de Castriz. Tras recorrer unos 8 kilómetros, se encuentra un cruceiro que señala el desvío hacia la cascada. Desde allí, solo queda avanzar un kilómetro más hasta llegar a un área de descanso, que ofrece mesas, bancos y parrillas. Este espacio, rodeado por un bosque de alisos, abedules, robles y laureles, es perfecto para hacer una parada y disfrutar del entorno.
El entorno natural
La zona es ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Un pequeño paseo por una pasarela de madera facilita la llegada a la cascada, permitiendo recorrer los alrededores con comodidad. El río Mira, afluente del Xallas, es el encargado de alimentar esta cascada, que se desploma desde una altura de aproximadamente 8 metros, dando lugar a varios saltos de agua que la convierten en una de las vistas más impresionantes de la zona.
Molinos restaurados
Además de la fervenza, los visitantes pueden explorar los cinco molinos rehabilitados que se encuentran en las cercanías, lo que añade un toque histórico a la visita. Estos molinos, que en su día sirvieron para la molienda del grano, ofrecen una visión interesante de la tradición rural gallega.
Un rincón en el Camino de Santiago
La Fervenza de Castriz también se encuentra en una de las rutas más emblemáticas del Camino de Santiago: el Camino de Fisterra-Muxía. Para los peregrinos que recorren este tramo, la cascada representa un hermoso descanso en su peregrinaje, en un entorno que combina perfectamente la espiritualidad del Camino con la paz y belleza de la naturaleza gallega.
La Fervenza de Castriz es, sin duda, un lugar que merece ser descubierto. Un pequeño tesoro natural, rodeado de historia y vida, que invita a ser explorado en cualquier época del año.