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Descripción
Freixo de Porta
La majestuosidad de los fresnos en el Camino del Norte
En pleno corazón de la naturaleza gallega, en el municipio de Sobrado, A Coruña, se encuentra un lugar de gran valor medioambiental y simbólico para los peregrinos que recorren el Camino del Norte. Este tramo, conocido como Naturaleza en el Camino, es hogar de un conjunto singular de fresnos norteños, que destaca no solo por su belleza, sino también por su historia natural.
El conjunto de los fresnos
A lo largo de la pista que conduce a la Casa do Gado, los viajeros pueden encontrar cuatro fresnos norteños catalogados como árboles singulares. Entre ellos, destaca uno por su impresionante altura, alcanzando casi los 31 metros. Este fresno, aunque rodeado por otros tres, se alza como un gigante, marcando la silueta del paisaje. Su copa, aunque de tamaño reducido debido a la proximidad de los otros árboles, tiene un diámetro de 10,85 metros, lo que subraya aún más su singularidad.
Un recorrido en plena naturaleza
Este rincón de A Coruña no solo ofrece un respiro para los peregrinos que se adentran en el Camino del Norte, sino que también es una muestra de la riqueza natural de Galicia. El fresno de Porta y sus compañeros se erigen como guardianes silenciosos del camino, ofreciendo sombra y frescura a aquellos que recorren este histórico trayecto, cargado de historia y espiritualidad.
Coordenadas para los más aventureros
Si eres de los que disfrutan del contacto directo con la naturaleza, puedes llegar a este enclave único mediante las siguientes coordenadas geográficas: 43º 02' 37.1" N / 8º 01' 11.2" W. Es una parada obligada para quienes desean conectar con la esencia más profunda del Camino de Santiago, rodeados de la tranquilidad que solo un entorno como este puede ofrecer.
El Camino del Norte y su conexión con la naturaleza
El Camino del Norte es una de las rutas más hermosas y demandadas por los peregrinos que buscan un equilibrio entre lo espiritual y lo natural. A lo largo de este camino, el paisaje gallego se convierte en un compañero constante, con bosques, acantilados y pequeñas aldeas que reflejan la autenticidad de esta región.
En Sobrado, el fresno de Porta se presenta como un símbolo de la armonía entre la naturaleza y la cultura, un recordatorio de que el viaje no solo se hace hacia Santiago, sino también hacia el interior de cada uno.