Ciprés Mediterráneo

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Ciprés Mediterráneo

En el corazón de Galicia, concretamente en el municipio de Samos, Lugo, se encuentra uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza que acompaña al peregrino en su paso por el Camino Francés. Se trata de un ciprés mediterráneo que, más allá de su imponente presencia, guarda en su entorno una rica historia natural y cultural que vale la pena descubrir.

Un árbol único en el Camino

Este ciprés se erige majestuosamente detrás del Monasterio de Samos, en un lugar lleno de serenidad, donde el verdor del paisaje gallego se mezcla con el eco de siglos de tradición. La capilla del Salvador, que lo acompaña, es otro de los puntos de interés de este paraje, un rincón donde la espiritualidad del Camino se encuentra con la inmensidad de la naturaleza.

El ciprés es uno de los 50 árboles más notables de España y se incluye en el prestigioso Catálogo de Árboles Singulares de Galicia. Con más de 26 metros de altura y un tronco cuya circunferencia alcanza los 3,29 metros, este gigante verde destaca por su antigüedad y por la magnitud de su presencia.

Naturaleza en el Camino de Santiago

Este ciprés se encuentra en una de las etapas más emblemáticas del Camino Francés, que atraviesa la provincia de Lugo, y su ubicación en Samos le otorga un valor especial dentro de los recorridos que siguen miles de peregrinos cada año. No solo es un testimonio vivo de la biodiversidad de Galicia, sino también un punto de descanso y reflexión en el viaje hacia Santiago de Compostela.

Con coordenadas geográficas de 42º 43' 59.4" N y 7º 19' 29.1" W, este árbol no solo es un elemento natural, sino también un hito en el recorrido, un faro de naturaleza que guía a quienes se aventuran por el Camino.

Un desvío que merece la pena

Aunque el itinerario principal del Camino Francés no pasa directamente por la capilla del Salvador, el desvío hasta este lugar es altamente recomendable para los viajeros que buscan no solo la espiritualidad del Camino, sino también una conexión más profunda con la naturaleza. El ciprés y su entorno invitan a detenerse, respirar profundamente y disfrutar de la belleza tranquila que ofrece esta zona de Galicia.

En definitiva, este ciprés mediterráneo en Samos es mucho más que un árbol: es un símbolo de la fusión entre naturaleza, historia y espiritualidad, y un ejemplo perfecto de lo que la Ruta Jacobea tiene para ofrecer a los viajeros que se atreven a desviarse de su camino habitual.