Castiñeiro Centenario

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Castiñeiro Centenario

El Castiñeiro Centenario de Castroverde, en Lugo, es uno de esos testimonios vivos de la historia natural de Galicia, que conecta al visitante con el pasado a través de la majestuosidad de la naturaleza. Este castaño, que fue un símbolo en la zona de Soutomerille, cerca del Camino Primitivo, vivió durante siglos como un guardián silente de las tierras gallegas, hasta que el mal tiempo de marzo de 2015 lo derribó.

El Castaño y su Caída

El castaño centenario se encontraba junto a la iglesia de Soutomerille, un lugar de paso para los peregrinos del Camino Primitivo, una de las rutas más antiguas y emblemáticas del Camino de Santiago. Sin embargo, un fuerte temporal provocó su caída en marzo de 2015. Su imponente tronco, que durante años había sido testigo de innumerables historias y leyendas, se desplomó, dejando un vacío en el paisaje.

Su Traslado a Castroverde

Al año siguiente, en 2016, el esqueleto del castaño fue cuidadosamente trasladado a Castroverde, donde actualmente se conserva junto al albergue municipal. Este gesto no solo preservó la memoria del árbol, sino que también permitió que los peregrinos y turistas pudieran seguir admirando su figura, aunque de una forma diferente. Hoy, el castaño caído se erige como un recordatorio de la conexión profunda entre la naturaleza y el Camino de Santiago.

Un Monumento Natural en el Camino Primitivo

El albergue municipal de Castroverde, un punto de descanso para los caminantes del Camino Primitivo, se encuentra a poca distancia del castaño centenario. La presencia de este árbol, que ha formado parte de la historia del Camino, ofrece a los peregrinos y visitantes una oportunidad única de reflexionar sobre la relación entre la naturaleza y la espiritualidad del recorrido.

Este monumento natural se ha convertido en uno de los muchos puntos de interés de los Caminos de Santiago, contribuyendo a enriquecer la experiencia de aquellos que se aventuran por el Camino Primitivo, no solo en términos espirituales, sino también naturales. En un paisaje lleno de historia y tradición, el castaño centenario es un recordatorio de la perennidad de la naturaleza en un mundo en constante cambio.