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Descripción
Lonxa de Fisterra
En el corazón de Fisterra, en la costa de A Coruña, se encuentra uno de los lugares más auténticos y tradicionales de Galicia: la Lonxa de Fisterra (Lonja de Pescado). Este mercado pesquero, que forma parte esencial de la actividad comercial de la localidad, es un punto clave para los viajeros que recorren el Camino de Santiago.
Un lugar lleno de tradición y sabor
La Lonxa de Fisterra es mucho más que un mercado. Es el centro neurálgico de la pesca local, donde diariamente se subasta pescado y marisco fresco. Aquí, los productos del mar, como el rape, la merluza o los mejillones, se exhiben en todo su esplendor, ofreciendo una experiencia única tanto para los locales como para los turistas. Los peregrinos que siguen el Camino de Fisterra-Muxía, una de las rutas más emblemáticas del Camino de Santiago, tienen la oportunidad de disfrutar de este espectáculo en pleno proceso de subasta.
Visitas guiadas y una experiencia inolvidable
La Cofradía de Pescadores de Fisterra organiza visitas guiadas a la lonja, permitiendo a los visitantes conocer de cerca el proceso de subasta de pescado. Desde una pasarela ubicada por encima de la sala de subastas, los turistas pueden observar el frenético ritmo de la subasta, donde pescadores y compradores interactúan en un ambiente vibrante. Este tipo de actividades permiten adentrarse en una tradición pesquera que ha marcado la historia de esta pequeña localidad marinera.
Coordenadas: 42º 54' 21.4" N / 9º 15' 42.4" W
La Lonxa de Fisterra está situada en un enclave privilegiado, con vistas al mar y un ambiente cargado de historia. Las coordenadas exactas son 42º 54' 21.4" N y 9º 15' 42.4" W, lo que facilita su localización tanto para los viajeros como para aquellos que buscan una conexión directa con el mar gallego.
Un punto de encuentro para los viajeros del Camino
Para los peregrinos que concluyen su ruta en el Camino de Fisterra-Muxía, la Lonxa es una parada imprescindible. No solo porque ofrece una visión única de la pesca gallega, sino porque también permite disfrutar de la gastronomía local, famosa por sus mariscos y pescados frescos. Además, el ambiente relajado del lugar hace de esta una experiencia inmersiva en el día a día de un pueblo cuyo sustento depende del mar.
La Lonxa de Fisterra es un claro ejemplo de cómo el turismo puede integrarse con las tradiciones más arraigadas de una región. Si eres amante del mar, de la gastronomía o simplemente deseas vivir una experiencia diferente, este lugar no te dejará indiferente.