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Descripción
Aduana Real
La ciudad de A Coruña, en Galicia, guarda en su casco histórico una de las joyas arquitectónicas más representativas de la región: el edificio de la Aduana Real. Este inmueble, que ha sido testigo de la evolución de la ciudad, tiene su origen en el siglo XVIII y ha pasado por diversas fases de construcción que lo convierten en un reflejo de la historia y el progreso de A Coruña.
Historia y Construcción
La construcción de la Aduana Real comenzó en 1779, con una primera fase que finalizó en 1780. Posteriormente, el edificio fue ampliado en 1846, y más recientemente se le añadió una última planta, que se levanta sobre la cornisa original. El diseño de la fachada, que da a la Marina, es uno de los aspectos más destacados del edificio. La estructura se distribuye en cuatro plantas, cada una con sus propias características arquitectónicas.
En la planta baja, originalmente diseñada con pórticos adintelados, hoy se puede apreciar un almohadillado que aporta una gran singularidad al conjunto. La segunda planta se distingue por la alternancia de frontones rectos y curvos en las ventanas, que se unen mediante un balcón corrido, mientras que la tercera planta está adornada con seis ventanas decoradas con baquetones. En esta planta destaca un escudo que se ubica en el centro de la fachada. Las dos plantas superiores están unidas por dos columnas de orden dórico que se encuentran en las esquinas del edificio, lo que refuerza la simetría y solidez del diseño.
Un Edificio Emblemático
Hoy en día, el edificio alberga las oficinas del Gobierno Civil, lo que le da una función administrativa, pero también conserva su carácter de patrimonio histórico y cultural. Su ubicación en el paseo marítimo de la ciudad lo convierte en un punto de interés para los turistas que visitan A Coruña, especialmente aquellos que recorren el Camino Inglés, una de las rutas más relevantes del Camino de Santiago.
El Camino Inglés y la Aduana Real
El Camino Inglés, una de las rutas jacobeas que atraviesan Galicia, tiene su paso por A Coruña, lo que convierte a la Aduana Real en un referente para los peregrinos que llegan a la ciudad. Este recorrido histórico conecta a los viajeros con la tradición y el patrimonio gallego, y la Aduana Real, con su arquitectura neoclásica y su simbolismo, se presenta como un lugar clave dentro de este trayecto.
Conclusión
La Aduana Real de A Coruña no solo es un edificio de gran valor arquitectónico, sino también un testigo del paso del tiempo y de las transformaciones de la ciudad. Su presencia en el Camino Inglés refuerza su importancia como un referente cultural y turístico, atrayendo a quienes buscan conocer más sobre la historia y el patrimonio de Galicia.