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Descripción
Zona Antiga de Noia
Noia, situada en la provincia de A Coruña, es un ejemplo destacado de cómo la historia y el mar se entrelazan en un paisaje único. Declarada Conjunto Histórico el 31 de enero de 1985, esta villa, cargada de historia y tradición, invita al visitante a recorrer sus calles y descubrir los secretos de un pasado ligado al comercio, la pesca y la arquitectura medieval.
Un burgo medieval junto al mar
La villa de Noia parece una pequeña joya del pasado, un lugar donde el mar, aunque algo distante, sigue marcando su identidad. La ría que da nombre a la localidad, junto con la vecina Muros, ha sido testigo de los grandes momentos de la historia local. En este pintoresco rincón de Galicia, los barcos, como los que cruzaron la leyenda del arca de Noé, parecen seguir llegando con la misma fe que antaño, dejando claro que la relación con el mar nunca desaparece del todo.
Arquitectura histórica y monumental
Uno de los grandes atractivos de Noia es su impresionante conjunto arquitectónico. El casco antiguo, diseñado para ser recorrido con calma, ofrece una visión clara de la historia de cada uno de sus rincones. Entre sus monumentos más destacados se encuentran el Pazo Dacosta, el Pazo da Rúa do Forno do Rato o la Casa do Senra, una muestra de la riqueza arquitectónica de la época barroca. Estos edificios conviven armoniosamente con la huella de los canteros de la tierra, quienes dejaron su legado en cada losa, columna y fachada.
Gótico marinero: un estilo único
En el corazón de Noia se encuentra la Igrexa de Santa María a Nova, una iglesia de estilo gótico gallego o "gótico marinero", que alberga una impresionante colección de lápidas gremiales y nobiliarias de la Edad Media y Moderna. Otro de los grandes tesoros de la villa es la Igrexa de San Martiño de Noia, cuya fachada destaca por sus figuras escultóricas, su gran rosetón y los robustos muros de cantería que la rodean, recordando la importancia de la ciudad en tiempos pasados.
El entorno natural de Noia
Además de su arquitectura, Noia ofrece una belleza natural que hace aún más especial la visita. El río Traba, que atraviesa la villa, y el río Tambre, en las afueras, crean paisajes serenos y agradables. El puente medieval que cruza el río Traba es uno de los puntos más pintorescos de la villa, y no puede faltar en la visita al municipio. También son recomendables los paseos por la Alameda y Xardíns de Felipe de Castro, un tranquilo espacio verde donde se alza la Casa Consistorial y se conservan restos históricos como el claustro de la Igrexa de San Francisco.
Conclusión
Noia es una villa que no deja indiferente. Su conjunto histórico, la mezcla de estilos arquitectónicos, el ambiente marinero y sus paisajes naturales hacen de este lugar un destino ideal para aquellos que deseen sumergirse en la historia de Galicia y disfrutar de la belleza de la costa gallega. Con cada paso por sus calles empedradas, el visitante se adentra en siglos de tradición y arte, convirtiendo la experiencia en un viaje al corazón de Galicia.