Acceso directo
Descripción
Río Miñor na Desembocadura
La desembocadura del río Miñor, en la localidad de Baiona, Pontevedra, es uno de esos rincones naturales que sorprende a quienes se adentran en su entorno. Este paisaje, protegido por la playa de Ladeira, forma una marisma que se ha convertido en un santuario para la fauna local. El dique natural que crea la playa permite que las aguas del Miñor se mezclen con las de la ría, dando lugar a un ecosistema único, que alberga diversas especies de aves y plantas.
Un paisaje natural de gran valor ecológico
En este tramo de costa gallega, la marisma es hogar de una fauna diversa, destacando especialmente las aves migratorias. Entre los meses de septiembre y mayo, se pueden observar espátulas comunes, aves fácilmente identificables por su pico aplanado y largo. Estas aves, que pueden llegar a medir hasta 135 centímetros de envergadura, encuentran en la marisma un lugar perfecto para alimentarse y descansar durante su migración.
El Camino Portugués de la Costa y su conexión con la naturaleza
Para los amantes del senderismo y el turismo de naturaleza, el Camino Portugués de la Costa ofrece una experiencia única. Esta ruta, que atraviesa la región de Pontevedra, forma parte de los itinerarios de "Naturaleza en el Camino", una iniciativa que busca conectar a los peregrinos con los paisajes más impresionantes de Galicia. La cercanía del río Miñor y la riqueza natural que ofrece su desembocadura hacen que este tramo del camino sea especialmente atractivo para quienes desean disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza gallega mientras recorren uno de los caminos más populares hacia Santiago de Compostela.
Un destino que invita a la contemplación
El entorno natural de la desembocadura del río Miñor no solo es un atractivo para los peregrinos, sino también para aquellos que buscan un lugar donde desconectar y disfrutar de la calma que la naturaleza ofrece. Las rutas que rodean la zona permiten al visitante sumergirse en un paisaje lleno de biodiversidad, donde el canto de las aves y el suave murmullo del agua crean una atmósfera de paz y serenidad.
En definitiva, la desembocadura del río Miñor, con su rica biodiversidad y su conexión con el Camino Portugués de la Costa, es un destino que merece ser descubierto por todos los amantes de la naturaleza y el turismo responsable.