Acceso directo
Descripción
Pena Trevinca
En la provincia de Ourense, en el corazón de Galicia, se encuentra un paraje natural de gran belleza y singularidad: Carballeda de Valdeorras. Este espacio ofrece un excelente refugio para los amantes de la naturaleza y el turismo de montaña, destacando por sus paisajes subalpinos y una biodiversidad excepcional. La zona es conocida por sus cumbres que superan los dos mil metros de altitud, siendo las más emblemáticas Pena Trevinca (2.127 m), Pena Negra (2.123 m) y Pena Survia (2.122 m), que conforman el techo de la comunidad gallega.
Un paisaje de alta montaña y origen glaciar
Este entorno montañoso es un ejemplo perfecto de las formaciones naturales de Galicia. Además de las impresionantes alturas, destacan los lagos naturales y otros elementos de origen glaciar, como las formaciones rocosas esculpidas por la acción del hielo durante las glaciaciones. En la vertiente oeste gallega, los ríos Xares y Bibei, que desaguan en la cuenca del Sil, ofrecen paisajes de alta montaña que cambian radicalmente durante las épocas de deshielo.
El Teixadal de Casaio y la fauna local
Uno de los mayores tesoros de esta región es el Teixadal de Casaio, un bosque único en Europa que alberga más de trescientos tejos centenarios. Este reducto natural, que parece detenido en el tiempo, ha logrado mantenerse en un equilibrio frágil gracias a su aislamiento. La zona es también el hogar de una pareja de águilas reales, cuyo avistamiento se ha convertido en un símbolo de la fauna local.
Accesos y rutas para explorar
Para acceder a esta joya natural, se pueden tomar diferentes rutas desde varios puntos cercanos. Desde A Veiga, se puede llegar a la zona de Xares por carreteras locales, mientras que desde O Barco de Valdeorras se accede al embalse de Prada y, posteriormente, a la ruta hacia Casaio. Además, el Camino de Invierno, una de las principales rutas jacobeas, atraviesa este territorio, lo que lo convierte en un atractivo añadido para los peregrinos que deseen disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad de estos paisajes.
Un destino de tranquilidad y conservación
La ubicación de Carballeda de Valdeorras, relativamente alejada de los grandes núcleos urbanos, ha permitido que la zona conserve su autenticidad y belleza natural. Sin embargo, este aislamiento también pone en evidencia la necesidad de mantener un equilibrio frágil, en el que tanto la conservación de los ecosistemas como el respeto por el entorno sean prioritarios. Un destino para los que buscan naturaleza en su estado más puro.